El relator de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Birmania, Sergio Pinheiro, declaró hoy en Bangkok que dispone de la cifra exacta de muertos y detenidos tras las protestas pacífica de septiembre, que fueron duramente reprimidas por el régimen militar.
Antes de salir de Bangkok, donde llegó anoche procedente de Birmania (Myanmar), Pinheiro dijo a los periodistas que divulgará esas cifras dentro de dos semanas, tras la redacción del informe que presentara a la ONU sobre su misión, de cinco días de duración. La Junta Militar admite que diez personas murieron y que cerca de 3.000 fueron detenidas durante o después de las manifestaciones multitudinarias en favor de la democracia, y asegura que ha puesto en libertad a la gran mayoría. No obstante, la disidencia sostiene que unas 200 personas perdieron la vida y que más 6.000 fueron arrestadas. La importania de esa represión ha sido el objeto de la visita de Pinheiro a Birmania, donde se ha entrevistado con prisioneros políticos y altos funcionarios del régimen militar. El jueves, el relator visitó la prisión de máxima seguridad de Insein, donde hay encarcelados cientos de presos políticos, y le fue permitido hablar con el periodista Win Tin, de 77 años y encarcelado desde hace 18 años por escribir un artículo contrario al régimen militar. El diplomático brasileño, que en 2003 abandonó Birmania después de conocer que las autoridades habían grabado sus conversaciones con los presos, fue seguido durante sus desplazamientos por agentes con ropa civil y, en ocasiones, también por policías uniformados.
Antes de salir de Bangkok, donde llegó anoche procedente de Birmania (Myanmar), Pinheiro dijo a los periodistas que divulgará esas cifras dentro de dos semanas, tras la redacción del informe que presentara a la ONU sobre su misión, de cinco días de duración. La Junta Militar admite que diez personas murieron y que cerca de 3.000 fueron detenidas durante o después de las manifestaciones multitudinarias en favor de la democracia, y asegura que ha puesto en libertad a la gran mayoría. No obstante, la disidencia sostiene que unas 200 personas perdieron la vida y que más 6.000 fueron arrestadas. La importania de esa represión ha sido el objeto de la visita de Pinheiro a Birmania, donde se ha entrevistado con prisioneros políticos y altos funcionarios del régimen militar. El jueves, el relator visitó la prisión de máxima seguridad de Insein, donde hay encarcelados cientos de presos políticos, y le fue permitido hablar con el periodista Win Tin, de 77 años y encarcelado desde hace 18 años por escribir un artículo contrario al régimen militar. El diplomático brasileño, que en 2003 abandonó Birmania después de conocer que las autoridades habían grabado sus conversaciones con los presos, fue seguido durante sus desplazamientos por agentes con ropa civil y, en ocasiones, también por policías uniformados.
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