jueves, 8 de mayo de 2008

Birmania Urgente: muertos pueden ser 100.000 (BBC)

Mientras algunos informes hablan de al menos cien mil muertos en Birmania por el ciclón Nagris, el gobierno estadounidense señaló que aún no ha recibido el permiso para llevar ayuda aérea de emergencia para las víctimas. Previamente, se informó que las autoridades birmanas habían autorizado la entrada de aviones estadounidenses. Sin embargo, el embajador de EE.UU. en Tailandia dijo que no está claro si el gobieno birmano había cambiado de parecer o si se trataba de una mala comunicación. Se ha confirmado que al menos un avión de Naciones Unidas con ayuda aterrizó este jueves en el país. Eso significa que los supervivientes estan rodeados por los muertos y por los riesgos de enfermedades.

Paul Danahar de la BBC, desde BirmaniaA medida que se ha conocido el alcance de la tragedia, ha ido aumentando la presión internacional sobre el gobierno militar para que abra sus fronteras a la asistencia que necesitan cerca de un millón de personas que quedaron sin hogar. Ahora, algunos estimativos, entre ellos el de la representante de negocios de EE.UU. en Birmania, sitúan la cifra de víctimas en cien mil. "Eso significa que los supervivientes estan rodeados por los muertos y por los riesgos de enfermedades", dijo desde Birmania el periodista de la BBC Paul Danahar. Un oficial de la Junta Militar de Birmania, dijo que sólo en el distrito de Labutta pudieron haber muerto unas 80.000 personas. La cifra oficial de muertos por la tragedia es de 22.980.

Funcionarios de la Naciones Unidas dijeron que varios aviones con suministro seguían en Dubai, Bangladesh y Tailandia a la espera de permisos para aterrizar. La ONU también informó que para este jueves está prevista la llegada de un equipo de evaluaciones del organismo, conformado por cuatro funcionarios. En medio de una situación "cada vez más horrorosa" crece el "riesgo real" de que se generen focos de epidemias, afirmó la encargada de los asuntos estadounidenses, Shari Villarosa. Previamente Tin Win, oficial de la Junta Militar de Birmania, dijo que sólo en un distrito, el de Labutta, que está ubicado en el delta del río Irrawaddy, pudieron haber muerto unas 80.000 personas. A pesar de las limitaciones para informar desde Birmania, el corresponsal de la BBC, Paul Danahar, consiguió acceder a algunas de las zonas más afectadas por el ciclón. Allí hay 40.000 personas desaparecidas. Decenas de miles están muertos, un millón no tiene comida y, en muchos casos, ni idea si eso le importa al mundo.

Paul Danahar de la BBC, desde BirmaniaReportando desde poblaciones aledañas al delta del Irrawaddy Danahar señaló que la diferencia entre la vida o muerte es cuestión de metros. "Sorprendentemente, es posible encontrar devastación en un lado de la calle y casi normalidad en el otro", señaló. Indicó Danahar que la mayor parte del delta está escondido detrás de puentes rotos y caminos bloqueados. Los sobrevivientes están en medio de miles de cadáveres en descomposición luchando por conseguir comida y agua, y con el riesgo de enfermedades y epidemias. "En algún lado allí hay 40.000 personas desaparecidas. Decenas de miles están muertos, un millón no tiene comida y, en muchos casos, ni idea si eso le importa al mundo", señaló. Antes y después de la catástrofe: hay miles de kilómetros cuadrados bajo el agua en la costa sur.

El corresponsal de la BBC en Bangkok, Jonathan Head, dijo que para el gobierno birmano aceptar la ayuda estadounidense representa un trago muy amargo. Resalta Head que la junta militar que gobierna el país desde hace 46 años siempre se ha mostrado reacia a la interferencia extranjera, especialmente de Estados Unidos, que ha pedido un cambio de régimen. Sin embargo, pareciera que el catastrófico impacto del ciclón del pasado sábado los está obligando a ceder en su posición. Aun así, el gobierno de Birmania ha sido lento a la hora de permitir el ingreso a trabajadores de ayuda humanitaria.

El gobierno militar ha recibido presión internacional para permitir más ayuda.Este miércoles la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, dijo que Birmania tenía que permitir la ayuda internacional. "Debería ser un tema simple. No es un asunto político. Es una tema de una crisis humanitaria". La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático también instó al gobierno militar a permitir los vuelos para suministrar ayuda "antes de que sea tarde". Por su parte el gobierno chino, cercano aliado de Birmania, instó al gobierno militar a trabajar con la comunidad internacional. El portavoz de la cancillería, Qin Gan, agregó que Pekín aumentaría su ayuda a US$5,3 millones. Mientras tanto las autoridades birmanas hicieron un llamado a la población para que ignore los rumores sobre saqueos. Los medios de comunicación oficiales dijeron que se trata de versiones difundida por "personas inescrupulosas

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