AFP.-Estados Unidos, Rusia, Francia, España y la India, así como la ONU, entre otros países y organizaciones, condenaron este jueves el asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto e instaron a los paquistaníes a la calma y a no abandonar el rumbo hacia la democracia.
En Islamabad, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, llamó a sus compatriotas a "mantener la calma", mientras que el ex primer ministro Nawaz Sharif, prometió a los seguidores de la oposición que "llevará adelante (la) guerra" de Benazir Bhutto, también líder de la oposición.
Benazir Bhutto murió este jueves en un atentado suicida en un mitin electoral en Rawalpindi, cerca de Islamabad, cuando faltan dos semanas para las elecciones legislativas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, condenó el "cobarde" asesinato llevado a cabo por "extremistas asesinos que tratan de debilitar la democracia de Pakistán", al tiempo que llamó a los paquistaníes a seguir el proceso democrático.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró "impactado y escandalizado" por este "crimen atroz". El Consejo de Seguridad fustigó asimismo el asesinato e instó a los paquistaníes a la calma.
Para el presidente ruso, Vladimir Putin, el asesinato de Bhutto, "una personalidad política de primer orden", es un "acto de barbarie terrorista", según declaraciones citadas por las agencias rusas. Putin añadió esperar que los "organizadores de este crimen sean encontrados y castigados como merecen".
El ministerio chino de Relaciones Exteriores dijo a la agencia Xinhua que China estaba "conmovida por el asesinato de la líder de la oposición" paquistaní, y condenó "enérgicamente el atentado terrorista".
India, gran vecino y rival de Pakistán, calificó el asesinato de Bhutto de "acto abominable". "Estamos conmocionados y horrorizados por su muerte", indicó el ministro de Relaciones Exteriores indio, Pranab Mukehrjee.
El presidente afgano, Hamid Karzai, que el miércoles se reunió con Musharraf en Islamabad, y se había reunido con Bhutto horas antes de su asesinato, condenó "en los términos más duros posibles" ese acto de "inmensa brutalidad".
En Londres, el primer ministro británico, Gordon Brown, dijo que Bhutto fue "asesinada por cobardes temerosos de la democracia". En París la presidencia francesa dijo que el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, condenó el atentado que calificó de "acto odioso".
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su "más firme condena" al atentado, en un telegrama de condolencias enviado a Musharraf, en tanto el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, condenó este "ataque contra la democracia y contra Pakistán".
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo estar "emocionada y horrorizada por la noticia", según el portavoz adjunto del gobierno alemán Thomas Steg, y el presidente del consejo italiano, Romano Prodi, condenó "con indignación (...) el fanatismo" que costó la vida a Bhutto.
El Vaticano calificó el atentado como "trágico y terrible", según su portavoz, Frederico Lombardi.
En América Latina, el gobierno brasileño expresó "consternación" ante el atentado y llamó al "diálogo y la democracia" como vías para llegar a la reconciliación nacional, según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores en el que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva expresa su "pesar e indignación".
Desde Buenos Aires, un comunicado oficial señaló que "la Presidenta de la nación y el gobierno argentino, con consternación, condenan enérgicamente el bárbaro atentado cometido en el día de la fecha en Rawalpindi, Pakistán, que costó la vida a Benazir Bhutto".
La Liga Árabe y varios otros países de los cinco continentes también condenaron el atentado que costó la vida de Bhutto y de otras 20 personas.
En Islamabad, el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, llamó a sus compatriotas a "mantener la calma", mientras que el ex primer ministro Nawaz Sharif, prometió a los seguidores de la oposición que "llevará adelante (la) guerra" de Benazir Bhutto, también líder de la oposición.
Benazir Bhutto murió este jueves en un atentado suicida en un mitin electoral en Rawalpindi, cerca de Islamabad, cuando faltan dos semanas para las elecciones legislativas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, condenó el "cobarde" asesinato llevado a cabo por "extremistas asesinos que tratan de debilitar la democracia de Pakistán", al tiempo que llamó a los paquistaníes a seguir el proceso democrático.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró "impactado y escandalizado" por este "crimen atroz". El Consejo de Seguridad fustigó asimismo el asesinato e instó a los paquistaníes a la calma.
Para el presidente ruso, Vladimir Putin, el asesinato de Bhutto, "una personalidad política de primer orden", es un "acto de barbarie terrorista", según declaraciones citadas por las agencias rusas. Putin añadió esperar que los "organizadores de este crimen sean encontrados y castigados como merecen".
El ministerio chino de Relaciones Exteriores dijo a la agencia Xinhua que China estaba "conmovida por el asesinato de la líder de la oposición" paquistaní, y condenó "enérgicamente el atentado terrorista".
India, gran vecino y rival de Pakistán, calificó el asesinato de Bhutto de "acto abominable". "Estamos conmocionados y horrorizados por su muerte", indicó el ministro de Relaciones Exteriores indio, Pranab Mukehrjee.
El presidente afgano, Hamid Karzai, que el miércoles se reunió con Musharraf en Islamabad, y se había reunido con Bhutto horas antes de su asesinato, condenó "en los términos más duros posibles" ese acto de "inmensa brutalidad".
En Londres, el primer ministro británico, Gordon Brown, dijo que Bhutto fue "asesinada por cobardes temerosos de la democracia". En París la presidencia francesa dijo que el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, condenó el atentado que calificó de "acto odioso".
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su "más firme condena" al atentado, en un telegrama de condolencias enviado a Musharraf, en tanto el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, condenó este "ataque contra la democracia y contra Pakistán".
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo estar "emocionada y horrorizada por la noticia", según el portavoz adjunto del gobierno alemán Thomas Steg, y el presidente del consejo italiano, Romano Prodi, condenó "con indignación (...) el fanatismo" que costó la vida a Bhutto.
El Vaticano calificó el atentado como "trágico y terrible", según su portavoz, Frederico Lombardi.
En América Latina, el gobierno brasileño expresó "consternación" ante el atentado y llamó al "diálogo y la democracia" como vías para llegar a la reconciliación nacional, según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores en el que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva expresa su "pesar e indignación".
Desde Buenos Aires, un comunicado oficial señaló que "la Presidenta de la nación y el gobierno argentino, con consternación, condenan enérgicamente el bárbaro atentado cometido en el día de la fecha en Rawalpindi, Pakistán, que costó la vida a Benazir Bhutto".
La Liga Árabe y varios otros países de los cinco continentes también condenaron el atentado que costó la vida de Bhutto y de otras 20 personas.
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