La líder opositora paquistaní y ex primer ministra, Benazir Bhutto, ha sido asesinada en un atentado suicida en la ciudad de Rawalpindi durante el mitin de su partido.
Su último mitin. Las heridas en cara y cuello han acabado con la vida de Bhutto, que ofrecía un mitin en la localidad paquistaní de Rawalpindi. Tras su vuelta a Pakistán desde el exilio, el partido de Bhutto ha sido objeto de varios atentados. Ella insistía en estar cerca del pueblo, pese al consejo de sus servicios de seguridad. Antes de su exilio a principios de 1999, Bhutto, nacida en junio 1953, representó un papel muy importante en la escena islámica. Fue la primera mujer en regir los destinos de un Estado islámico cuando en 1988 a la edad de 35 años se convirtió en jefa del Gobierno de Pakistán tras tomar el testigo de su padre, Zulkifar Ali Bhutto. Sin embargo, nunca alcanzó el éxito que se esperaba. Los dos Gobiernos (1988-90 y 1993-96) que encabezó no llegaron a completarse y no pudo cumplir sus mandatos, acosada por acusaciones de corrupción y presionada por una fuerte oposición. Una situación que propició que optase por exiliarse en 1999.
Los problemas con los líderes militares de su país son una constante en la carrera política de Bhutto. Tuvo que hacerse cargo de la dirección del Partido Popular de Pakistán (PPP) cuando el dictador Zia ul-Haq ejecutó a su padre. Desde entonces intentó aplicar sus enseñanzas universitarias en ciencias políticas recibidas en Harvard y Oxford dentro del partido que representaba la defensa más importante de la democracia paquistaní. Durante años al frente del partido sufrió largos periodos de prisión y arresto domiciliario.
El pasado 18 de octubre, Bhutto regresó a Pakistán tras ordenar Musharraf el cierre de varios procesos contra ella por corrupción. Pese a repudiar la "dictadura" del presidente paquistaní durante años, Bhutto ha llegado a un acuerdo de reparto de poderes pactado con los militares. Algo que no ha sentado bien entre algunos de sus fieles seguidores aunque ella se ha descrito la "líder de los pobres".
Su último mitin. Las heridas en cara y cuello han acabado con la vida de Bhutto, que ofrecía un mitin en la localidad paquistaní de Rawalpindi. Tras su vuelta a Pakistán desde el exilio, el partido de Bhutto ha sido objeto de varios atentados. Ella insistía en estar cerca del pueblo, pese al consejo de sus servicios de seguridad. Antes de su exilio a principios de 1999, Bhutto, nacida en junio 1953, representó un papel muy importante en la escena islámica. Fue la primera mujer en regir los destinos de un Estado islámico cuando en 1988 a la edad de 35 años se convirtió en jefa del Gobierno de Pakistán tras tomar el testigo de su padre, Zulkifar Ali Bhutto. Sin embargo, nunca alcanzó el éxito que se esperaba. Los dos Gobiernos (1988-90 y 1993-96) que encabezó no llegaron a completarse y no pudo cumplir sus mandatos, acosada por acusaciones de corrupción y presionada por una fuerte oposición. Una situación que propició que optase por exiliarse en 1999.
Los problemas con los líderes militares de su país son una constante en la carrera política de Bhutto. Tuvo que hacerse cargo de la dirección del Partido Popular de Pakistán (PPP) cuando el dictador Zia ul-Haq ejecutó a su padre. Desde entonces intentó aplicar sus enseñanzas universitarias en ciencias políticas recibidas en Harvard y Oxford dentro del partido que representaba la defensa más importante de la democracia paquistaní. Durante años al frente del partido sufrió largos periodos de prisión y arresto domiciliario.
El pasado 18 de octubre, Bhutto regresó a Pakistán tras ordenar Musharraf el cierre de varios procesos contra ella por corrupción. Pese a repudiar la "dictadura" del presidente paquistaní durante años, Bhutto ha llegado a un acuerdo de reparto de poderes pactado con los militares. Algo que no ha sentado bien entre algunos de sus fieles seguidores aunque ella se ha descrito la "líder de los pobres".
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