ISLAMABAD (Reuters) - La líder opositora pakistaní Benazir Bhutto murió el jueves en un ataque suicida, sumiendo a la potencia nuclear en una de sus peores crisis en sus 60 años de historia.
Las siguientes son algunas de las posibles implicaciones de su asesinato.
Para las elecciones generales del 8 de enero:
La posibilidad de que la elección se lleve a cabo a tiempo no es segura, especialmente con el partido del ex primer ministro Nawaz Sharif anunciando un boicot.
Antes del asesinato, la votación se veía como una competencia de tres contendientes entre Bhutto, el partido de Sharif y un partido que apoya al presidente Pervez Musharraf. No se esperaba que ninguno hubiera obtenido una amplia mayoría.
Musharraf no hizo mención a la elección cuando pronunció un breve discurso culpando a los terroristas por la muerte de Bhutto y haciendo un llamado a la unidad y el apoyo.
Para Musharraf:
La muerte de Bhutto, aunque remueve a un antiguo rival, posiblemente lleve a una mayor presión sobre Musharraf, quien ha visto caer su popularidad durante este año. Musharraf concentraba sus esperanzas en unas elecciones sin problemas y ampliamente aceptadas con el partido que lo apoya, consiguiendo suficientes escaños para formar una coalición.
Muchos pakistaníes que favorecen las teorías conspirativas probablemente sospechen de una participación del Gobierno en el ataque, o lo responsabilicen por no haber provisto suficiente seguridad, aún si la evidencia apunta eventualmente a militantes islámicos, los que han intentado al menos dos veces asesinar al presidente en ataques explosivos.
Para el Partido del Pueblo de Pakistán de Bhutto:
El partido de Bhutto, fundado por su padre, Zulfikar Ali Bhutto, ha sido visto ampliamente como un partido que gira en torno a una figura central. En ausencia de una figura política fuerte en la familia de Bhutto, o en el partido, éste podría dividirse en facciones.
Para la guerra contra el terrorismo encabezada por Estados Unidos:
Bhutto fue un aliado incondicional de Estados Unidos y había hablado firmemente sobre la necesidad de combatir a la militancia en sus discursos electorales.
Estados Unidos esperaba que Musharraf y Bhutto pudieran haber compartido el poder y haber formado un sólido bastión contra la militancia. Es probable que Al Qaeda y sus aliado militantes reciban su muerte con beneplácito.
(Editado en español por Gabriela Donoso)
Las siguientes son algunas de las posibles implicaciones de su asesinato.
Para las elecciones generales del 8 de enero:
La posibilidad de que la elección se lleve a cabo a tiempo no es segura, especialmente con el partido del ex primer ministro Nawaz Sharif anunciando un boicot.
Antes del asesinato, la votación se veía como una competencia de tres contendientes entre Bhutto, el partido de Sharif y un partido que apoya al presidente Pervez Musharraf. No se esperaba que ninguno hubiera obtenido una amplia mayoría.
Musharraf no hizo mención a la elección cuando pronunció un breve discurso culpando a los terroristas por la muerte de Bhutto y haciendo un llamado a la unidad y el apoyo.
Para Musharraf:
La muerte de Bhutto, aunque remueve a un antiguo rival, posiblemente lleve a una mayor presión sobre Musharraf, quien ha visto caer su popularidad durante este año. Musharraf concentraba sus esperanzas en unas elecciones sin problemas y ampliamente aceptadas con el partido que lo apoya, consiguiendo suficientes escaños para formar una coalición.
Muchos pakistaníes que favorecen las teorías conspirativas probablemente sospechen de una participación del Gobierno en el ataque, o lo responsabilicen por no haber provisto suficiente seguridad, aún si la evidencia apunta eventualmente a militantes islámicos, los que han intentado al menos dos veces asesinar al presidente en ataques explosivos.
Para el Partido del Pueblo de Pakistán de Bhutto:
El partido de Bhutto, fundado por su padre, Zulfikar Ali Bhutto, ha sido visto ampliamente como un partido que gira en torno a una figura central. En ausencia de una figura política fuerte en la familia de Bhutto, o en el partido, éste podría dividirse en facciones.
Para la guerra contra el terrorismo encabezada por Estados Unidos:
Bhutto fue un aliado incondicional de Estados Unidos y había hablado firmemente sobre la necesidad de combatir a la militancia en sus discursos electorales.
Estados Unidos esperaba que Musharraf y Bhutto pudieran haber compartido el poder y haber formado un sólido bastión contra la militancia. Es probable que Al Qaeda y sus aliado militantes reciban su muerte con beneplácito.
(Editado en español por Gabriela Donoso)
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