En 1950 el ejército chino invadió el Tíbet, derrotando fácilmente al débil ejército tibetano. En 1951 se redactó el Plan para la Liberación Pacífica del Tibet, el cual fue firmado por representantes del Dalai Lama y el Panchen Lama bajo la presión del gobierno chino. Este plan contemplaba la administración conjunta del gobierno chino con el gobierno del Tíbet. En aquella época la mayoría de los tibetanos vivían bajo un régimen de servidumbre por cuanto la mayor parte de la tierra era poseída por los lamas. El plan fue implantando pero no sobre todo el territorio, por cuanto las regiones de Kham Oriental y Amdo fueron consideradas como provincias chinas, llevándose a cabo una reforma radical de la tenencia de las tierras. En junio de 1956 y a consecuencia de esta reforma, estalló una rebelión en estas dos regiones, la cual, respaldada por la CIA americana, se extendió hasta Lhasa. El ejército chino logró doblegar la rebelión en 1959, en acciones militares que ocasionaron la muerte a miles de tibetanos. El decimocuarto Dalai Lama y sus principales colaboradores huyeron a la India, desde donde siguieron respaldando acciones rebeldes contra el ejército chino hasta 1969 cuando la CIA decidió no proveer más ayuda.
Aunque el Panchen Lama estaba virtualmente prisionero en Lhasa, los chinos lo mostraron como el jefe del gobierno del Tíbet en ausencia del Dalai Lama, quien tradicionalmente había sido el gobernante del país. En 1965 China introdujo cambios sustanciales cuando desposeyeron de las tierras a los lamas e introdujeron la educación secular. Durante la Revolución cultural en China el Tíbet sufrió serios daños a su patrimonio cultural, incluyendo su herencia budista. Más de 6000 monasterios budistas fueron destruidos y millares de monjes y monjas budistas fueron muertos o prisioneros.
Desde 1979 se han venido haciendo reformas económicas pero no políticas. Las acciones de China sobre el Tíbet pueden considerarse, sin embargo, como moderadas. La mayor parte de la libertad religiosa ha sido restituida siempre que los lamas no cuestionen el derecho de China a gobernar al Tíbet.
En 1989 el Panchem Lama falleció y el Dalai Lama y el gobierno de China reconocieron diferentes reencarnaciones. A pesar que el gobierno chino se considera ateo, insistió en reconocer oficialmente la reencarnación del Panchen Lama, de acuerdo a la tradición Vajrayana budista. Para ello se valieron del procedimiento que se utilizó en la dinastía Qing mediante el cual el Panchen Lama era elegido en una especie de lotería utilizando una urna de oro donde el nombre de los posibles Panchen Lama estaban insertos en bolas de cebada. Por su parte el Dalai Lama nombró a Gedhun Choeky Nyima como el undécimo Pachen Lama, mientras que el gobierno chino eligió al niño llamado Gyancain Norbu. Gyancain fue criado en Beijing y aparece en público muy esporádicamente. Choeky y su familia, de acuerdo a los exiliados tibetanos, parecieran estar prisioneros. El gobierno chino afirma que está libre bajo una identidad falsa a fin de proteger su privacidad.
En la actualidad si bien existen discrepancias acerca de cuan opresiva es la dominación china en Tíbet, lo cierto es que internacionalmente se considera esta región como parte de China y ningún país extranjero ha reconocido al gobierno en el exilio del Dalai Lama.
Lo que sí parece ser cierto es que si bien las condiciones de vida en el Tibet han mejorado considerablemente bajo el régimen chino; la revolución Cultural(1966-1976)y la actual y continua inmigración de chinos Han han erosionado seriamente la cultura y las tradiciones de este pueblo.
(Extractos de Wikipedia)
Aunque el Panchen Lama estaba virtualmente prisionero en Lhasa, los chinos lo mostraron como el jefe del gobierno del Tíbet en ausencia del Dalai Lama, quien tradicionalmente había sido el gobernante del país. En 1965 China introdujo cambios sustanciales cuando desposeyeron de las tierras a los lamas e introdujeron la educación secular. Durante la Revolución cultural en China el Tíbet sufrió serios daños a su patrimonio cultural, incluyendo su herencia budista. Más de 6000 monasterios budistas fueron destruidos y millares de monjes y monjas budistas fueron muertos o prisioneros.
Desde 1979 se han venido haciendo reformas económicas pero no políticas. Las acciones de China sobre el Tíbet pueden considerarse, sin embargo, como moderadas. La mayor parte de la libertad religiosa ha sido restituida siempre que los lamas no cuestionen el derecho de China a gobernar al Tíbet.
En 1989 el Panchem Lama falleció y el Dalai Lama y el gobierno de China reconocieron diferentes reencarnaciones. A pesar que el gobierno chino se considera ateo, insistió en reconocer oficialmente la reencarnación del Panchen Lama, de acuerdo a la tradición Vajrayana budista. Para ello se valieron del procedimiento que se utilizó en la dinastía Qing mediante el cual el Panchen Lama era elegido en una especie de lotería utilizando una urna de oro donde el nombre de los posibles Panchen Lama estaban insertos en bolas de cebada. Por su parte el Dalai Lama nombró a Gedhun Choeky Nyima como el undécimo Pachen Lama, mientras que el gobierno chino eligió al niño llamado Gyancain Norbu. Gyancain fue criado en Beijing y aparece en público muy esporádicamente. Choeky y su familia, de acuerdo a los exiliados tibetanos, parecieran estar prisioneros. El gobierno chino afirma que está libre bajo una identidad falsa a fin de proteger su privacidad.
En la actualidad si bien existen discrepancias acerca de cuan opresiva es la dominación china en Tíbet, lo cierto es que internacionalmente se considera esta región como parte de China y ningún país extranjero ha reconocido al gobierno en el exilio del Dalai Lama.
Lo que sí parece ser cierto es que si bien las condiciones de vida en el Tibet han mejorado considerablemente bajo el régimen chino; la revolución Cultural(1966-1976)y la actual y continua inmigración de chinos Han han erosionado seriamente la cultura y las tradiciones de este pueblo.
(Extractos de Wikipedia)
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