lunes, 28 de abril de 2008

Una oración por el Tibet (diariovasco)

Los monjes tibetanos de un monasterio del norte de la India, tras inaugurar el viernes un monumento, informan de la situación de su pueblo hoy en Erribera kalea.

ZUMAIA. DV. La imagen de la tarde del viernes era francamente inusual: un grupo de monjes tibetanos esperaba pacientemente sentado en el banco de la Sociedad Pulpo la llegada del responsable de su arribada a Zumaia. Sus coloridas túnicas atraían la mirada de propios y extraños y el de más de un objetivo fotográfico. Bastaba con pedirles educadamente el permiso para que se prestasen a aparecer en las fotografías. Se trataba del grupo de monjes del monasterio de Sermey Tsangpa Khangsten, situado en la localidad india de Bylakuppe, que aprovechando el viaje que están llevando a cabo a Euskadi, acudió a Zumaia para inaugurar el monumento de recuerdo al pueblo tibetano erigido en el barrio de Larretxo y a ofrecer un concierto en la capilla del convento de San José.

El monumento inaugurado el viernes consta de dos postes desde donde se descuelgan banderas de oración. Los monjes acudieron al acto con el propósito de ofrecer una puja, una bendición. Según afirmó Juan Ramón Llavori, impulsor de esta iniciativa, una vez concluido el acto, mediante sus oraciones, los monjes purificaron el terreno y a todos los asistentes. Sorprendió el gran número de personas que acudió al acto de inauguración; los zumaiarras y visitantes presentes en Larretxo superaron con facilidad el medio centenar.

Fue mayor el número de personas que presenciaron el concierto que ofrecieron los monjes en la capilla del convento. Las bancadas del oratorio se vieron abarrotadas ante este inusual recital de música tibetana y cantos budistas. Los religiosos contaron con el acompañamiento en algunos momentos de instrumentos de viento y de percusión, como campanas. Pero fueron las voces de los propios monjes las grandes protagonistas. Tal como afirmaba uno de los asistentes al acto, la del viernes fue la primera vez en la que pudo escuchar en vivo y en directo las voces guturales del pueblo tibetano. «Lo tenía oído a través de la televisión o en discos, pero el escucharlo en vivo es otra cosa». Las reacciones tras el concierto fueron encontradas; para algunos fue un momento muy especial, mientras que para otros el recital fue demasiado monótono.

Mesa en Erribera kaleaLos monjes continuarán con nosotros hasta el día de hoy. Durante el fin de semana han instalado una mesa en Erribera kalea, enfrente del magnolio, donde ofrecen información sobre la situación del Tibet, lugar donde hace escasas semanas estallaron protestas en contra de la ocupación china del país. Acompañados de integrantes de la Asociación Cultural Tibetana Athisha, con sede en Donostia, los monjes informan de los actos de apoyo y colaboración que se pueden realizar a favor del pueblo tibetano. Asimismo, venden productos de artesanía y objetos budistas. Según informaron, el dinero que se recaude con la venta de estos objetos de destinará a la ayuda de los refugiados tibetanos.

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