La ONU confirmó hoy que una de sus empleadas se encuentra entre los detenidos en una redada efectuada por las autoridades de Birmania (Myanmar) en uno de los puntos de Rangún asociados con las recientes protestas en favor de la democracia.
La arrestada trabaja para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), precisó la portavoz de la ONU, Michele Montás.
Según Montás, las fuerzas de seguridad de la Junta Militar birmana efectuaron una redada de madrugada en las casas y apartamentos cercanos a la gran pagoda de Shwedagon.
La edificación religiosa es uno de los lugares emblemáticos de las protestas pacíficas que la pasada semana fueron violentamente acalladas por las autoridades.
Montás indicó que en medio de esa operación se produjo la detención de la empleada del PNUD, su esposo, su cuñado y su chofer personal.
"Las Naciones Unidas siguen muy de cerca este asunto y tratan de lograr su liberación. El PNUD enviará una carta a la Misión de Myanmar ante la ONU para interceder a favor de su libertad" , agregó.
Los detenidos en la redada, según testigos citados por emisoras de radio vinculadas a la disidencia birmana, fueron sacados de sus hogares durante la noche del martes y esta madrugada y subidos en camiones militares que partieron con destino desconocido.
Las mismas fuentes dijeron desconocer la cifra de detenidos, pero calcularon que ascendía a varios cientos y que entre ellos figuraban familias enteras.
Otros residentes relataron que en la antigua capital birmana la atmósfera era tensa y que por las calles patrullaban vehículos con soldados que por medio de megáfonos advertían a los ciudadanos que se disponían a efectuar más detenciones.
Hasta el momento, la Junta Militar no ha dado ninguna indicación sobre dónde recluye a las personas detenidas durante las últimas dos semanas en Rangún y otras ciudades del país, cuya cifra se cree que asciende a varios miles.
La redada en Rangún se llevó a cabo menos de 24 horas después de que el enviado especial de las Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, intentara convencer a la Junta Militar para que ponga fin a la represión y la violencia.
Gambari tiene previsto informar el viernes de sus gestiones al Consejo de Seguridad, donde se espera que algunos de sus miembros renueven las presiones en favor de una condena o la imposición de sanciones a Rangún.
La arrestada trabaja para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), precisó la portavoz de la ONU, Michele Montás.
Según Montás, las fuerzas de seguridad de la Junta Militar birmana efectuaron una redada de madrugada en las casas y apartamentos cercanos a la gran pagoda de Shwedagon.
La edificación religiosa es uno de los lugares emblemáticos de las protestas pacíficas que la pasada semana fueron violentamente acalladas por las autoridades.
Montás indicó que en medio de esa operación se produjo la detención de la empleada del PNUD, su esposo, su cuñado y su chofer personal.
"Las Naciones Unidas siguen muy de cerca este asunto y tratan de lograr su liberación. El PNUD enviará una carta a la Misión de Myanmar ante la ONU para interceder a favor de su libertad" , agregó.
Los detenidos en la redada, según testigos citados por emisoras de radio vinculadas a la disidencia birmana, fueron sacados de sus hogares durante la noche del martes y esta madrugada y subidos en camiones militares que partieron con destino desconocido.
Las mismas fuentes dijeron desconocer la cifra de detenidos, pero calcularon que ascendía a varios cientos y que entre ellos figuraban familias enteras.
Otros residentes relataron que en la antigua capital birmana la atmósfera era tensa y que por las calles patrullaban vehículos con soldados que por medio de megáfonos advertían a los ciudadanos que se disponían a efectuar más detenciones.
Hasta el momento, la Junta Militar no ha dado ninguna indicación sobre dónde recluye a las personas detenidas durante las últimas dos semanas en Rangún y otras ciudades del país, cuya cifra se cree que asciende a varios miles.
La redada en Rangún se llevó a cabo menos de 24 horas después de que el enviado especial de las Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, intentara convencer a la Junta Militar para que ponga fin a la represión y la violencia.
Gambari tiene previsto informar el viernes de sus gestiones al Consejo de Seguridad, donde se espera que algunos de sus miembros renueven las presiones en favor de una condena o la imposición de sanciones a Rangún.